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lunes, 21 de septiembre de 2015

OtRo CaMinO dEshiLachAdo








Ayer la presión de todos estos días, se volcó en mi sin sentido, es horrible estar en la línea divisora entre la aceptación de este mundo roto y mi confrontación, hacia negarme rotundamente a tener que ver parte del protocolo , del saludo forzado , de la sonrisa impuesta, cosida a la piel mientras el alma divaga,buscando un poco de luz, en esa pesada cortina de humo que es la sociedad.

Estas ultimas horas han sido de sangre, navaja y piel, en un intento fallido de sacar tanto veneno que hace cerrarme la garganta y las esperanzas, que busco todos los días que la hoja pueda pisar con mas fuerza la vena de mis aflicciones, y así se pueda liberar todo el dolor que llevo dentro.


¿Para que luchar? ¿Para que seguir enfrentándome a todos? Al final siempre pierdo, pero no quiero, no puedo estar etiquetada con ellos, no lo deseo y no quiero acabar el resto de mis días, en un estante del supermercado social.

PoCO a poco voy perdiéndome en el torbellino de los medicamentos, quiero salir, pero para que? con que fin?, si no puedo quedarme en un mundo tan hostil, saltando de decepción a decepción, prefiero la soledad, donde no pueda hacer daño a nadie, donde pueda estar consumiéndome, sin consumir a los que amo, con mis estupideces. Porque no soy normal, nunca lo seré, ¿Qué hacer entonces? ¿Dónde encontrar un espacio donde no me lleve a alguien a la tumba conmigo?




Por más que lloro, no logro consolarme, no puedo conciliarme a mi misma. La decisión es esta, no continuare alimentando esperanzas vacías. Mi vida no quedara invadida por un prejuicios de otros, de terceros, quiero poner fin a mi existencia, pero siempre que veo la cuchilla y observo la cristalina  e invisible oscuridad, ¿Por qué sucede este maremoto en mi, porque no puedo curarme como los demás, porque no puedo ser valiente y terminar con mi vida? ¿Por qué ? ¿Por que?


Y así entre los si y no de mi cabeza sigo como zombie, sonriendo, desplegando la vela falsa de la sonrisa, para seguir navegando por tormenta conversacional, palabras huecas, que caen en pedazos sobre mis pies, dándome nauseas, pintándome que no hay salvación para nadie, la muerte podría aliviar todas estas ridículas conductas?. ,tal vez pudiera ser que mi muerte aliviara algunas almas.



Por ahora continuo respirando , con la navaja dibujando sinceridades rojas sobre mi cuerpo, diciéndome que esto que siento no es real, es la verdad traducida, colgando en hilos de sangre, que a final componen un poco de claridad en mi propia realidad.







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