Lo que no he escrito me ha ido hiriendo en estos meses. Ir y venir de ese lugar a otro sitio, uno es iluminado por el amor, y en el otro franquea la tibia luz de la luna, de una individualidad creativa, de un yo, que me pone en instantes feliz.
Ahora estoy con el miedo de una sobredosis de Melancolía, de ir hacia allá, a un lugar que ofrece demasiado aborregamiento de cielos plomos, al anochecer puedo ofrecer y dar mis sonrisas, pero cuando llega el sol, todo se adormece, como un sortilegio, no puedo crear, no puedo dejar suelta a mi libertad.
Y cuando regreso aquí, vuelvo sin saber quien soy, que hago? a donde voy? para que demonios sigo viva? quizá no hay una razón sostenible, porque todos los días me tengo que inventar una, y este lugar no me ayuda. Los silencios no dicen nada; es raro porque hasta lo muerto puede decir algo, de verdad busco sus besos y su animo, y doy a cambio a mi yo, por cuanto tiempo?
Donde esta mi tristeza de antes que me hace sentir cálida a lo frio, donde esta alma, la busco y la busco y no la encuentro. Lloro pero las lagrimas se hacen pesadas con este sufrimiento, que no tiene fundamento firme. Mi problema tal vez sea estar, estar , estar, esperar, esperar, esperar, y luego...?
En donde estoy? Tal vez ni siquiera sigo aquí, sigo respirando nada, exhalo nada y creo nada. El aire se ha puesto en mi contra. Toda yo se ha puesto en mi contra.
Si sigo así posiblemente moriré. Pero hasta mis ansias de suicidio han huido de mi.
Que pasa? que pasara? que paso?
Deseo morir, trato de aferrarme a ello, pero también trata de huir, para no quedarse en una eternidad de sentir esto, que no tiene definición; tal vez cuando encuentre su nombre sepa destruirlo y sentirme mejor en mi podredumbre.
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