Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí aquí. Realmente no puedo decir que me agrada haber vuelto, pero supongo siempre hay un retorno al ruedo de las aflicciones.
Estas semanas se han despertad viejos demonios, queriendo recorrer mi carne nuevamente. No se cuando o como volverán a retirarse de mi conciencia; por parte están semiencadenados por m alma, para que no sigan deteriorando mi poca autoestima. Los viajes me tensan un poco. Sobre todo cuando el control no lo tengo yo. Quizá nunca he disfrutado de las vacaciones por el simple hecho de no poder relajarme plenamente, todo es una pose, una acción premeditada, la sonrisa... no se, a veces creo ya sea tatuado tanto, que ya no se si es real o no.
Me pregunto que pasarán estos días, estas semanas... ella despertó y no esta contenta que la haya retirado por un año, quiere y desea mis huesos, mi mente y sobre todo mi cuerpo, quiere alimentarse de él a como de lugar. No dará tregua y no sabré que hacer porque de alguna forma me gustan mis huesos una vez que he vuelto, es complicad retirarme, es placentero, nada, absolutamente nada se compara a la sensación de superioridad que esto impone en tu ser. Por lo menos para mi así es.
Tengo miedo, porque no se como responderá mi organismo; tuve problemas intestinales el fin de semana. Anna vuelve a estar cerca de mi piel, huele mi cabello por las noches y suspira por entre mis costillas, paseando su presencia selectiva a cada gramo de mi carne insulsa.
Como sentirme bella, conmigo misma?
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