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miércoles, 22 de abril de 2015

El sube y baja de mis palidos sentimientos







Mis labios a punto de probar lo airoso de un cigarrillo, mi mente, envuelta en una espiral de invariaciones sin sentido, en donde la única que me habla de una desconfianza mayúscula soy yo.

De unos días hasta la fecha, comienzo a analizar todo (grave error) expresiones, palabras y algo que va mas allá de los gestos. Es ahí cuando la idealización asalta mis sentimientos y mi alma. Me deprimo tomo una pastilla para la ansiedad, pero esos sentimientos siguen incrustados en mi subconsciente, dejándome con las habituales pesadillas. Consulto a Jung y se que algo esta mal en mi mundo. ¿Qué podrá ser? ¿El amor, la amistad, esa persona, mi pequeño corazón? ¿Qué carajo, que ?

No hay respuesta solo un análisis infernal y maldito sobre todos los que me rodean , al final estoy agotada, pero mi parte negativa apenas esta calentando el caldero de mis aflicciones y por la noche, otra ronda de maldiciones en las que mi depresión y mis decepciones me hacen atragantarme de tristeza y de un millón de imposibilidades.

¿Acaso esas imposibilidades, alguna de ellas, solo alguna, podría ser cierta? Y el miedo me dispara de  la cama como si me poseyera el diablo, que columpiándose armónicamente, entre mi mente y latidos, desciende a carcajada limpia, no sin antes decir: Eso es hoy, mañana quien sabe, hoy tienes todo esto, algún día esas personas podrían no estar contigo ya nunca. Luego comienzo a leer una larga lista de recuerdos en donde esa afirmación diabólica vuelve al principio del principio a reafirmarse eternamente, al final solo me hace sufrir.

Pero, no hay escapatoria, por lo menos no dentro de los siguientes meses en que mi alma, tratara como un drogadicto de vomitar la idea principal, de la oscura mentalidad que acosa mi espiritualidad.

Solo quisiera respirar y ser libre de mi, tan solo un segundo , tan solo ....


miércoles, 15 de abril de 2015

Despertares sin sal










Nunca me han molestado los amaneceres, pero de unos años atrás hasta la actualidad, son molestos al paladar de mis sentimientos. Creo que nunca podre volver a tener amaneceres de niña, en los que despertaba con el aroma exquisito de una frescura innombrable, a veces con los gritos y vociferaciones de mi madre hacia mi padre, así eran esas mañanas.
 
 
Los despertares de adolescente eran muy diferentes, porque amanecia con un ansia de amar, de sentir, de recorrer aquellos labios palpitantes, esos ideales se fueron trazados por noches enteras, en que la morbosidad no tenia nada que ver, solo era la palidez de un beso lo que anhelaba, asi esas noches se conjugaban con un amanecer, en donde siempre flotaba la esperanza de apasionarme entre besos.

Pero mis mañanas son ahora: ¿Qué has hecho de tu vida? ¿Te sientes útil? ¿Crees que estas bien como estas, crees que vale la pena o el gusto seguir, continuar por absurdos anhelos, ya consumidos por la tumba de las lagrimas? Y así el único sentido que le da animo a mi respiración es continuar una cabalgata irrefrenable por el conocimiento, sin sentido, contradictoriamente. A pesar de mis trastornos, me queda el cobijo del amor, de un amor del cual siempre tendré dudas de su estancia en mi puerto y me queda la esperanza de que el final de esta historia pueda escribirla a mi manera.

Después de todo, que no son bastantes las ordenes autoimpuestas que se siguen cuando uno respira por primera vez. Que mi ultimo suspiro sea escrito por mi aliento, por mi tristeza, y por una concepción autoadherida corroída por el tiempo.

lunes, 6 de abril de 2015

El remolino inverso




Hoy por segunda vez se van mis preocupaciones por el excusado, jamás he sido de dejar que mis problemas se vayan con el fluir del agua y el aroma de una pastilla desodorante, pero hoy no pude mas. Quería llorar y aun siento deseos de hacerlo, sin embargo, las lagrimas ya lastiman mis ojos y mi autoestima, ya no es agua bendita para sanar mi interior, solo intensifican toda la tristeza que con mi actual conducta, temo, que pueda volverse grave.


Me voy dando cuenta de que las personas a mi alrededor ya no pueden estar a la par en la partida del juego de mi vida, porque solo hay contadas almas que quiero con todo el corazón estar cerca de ellas, los demás son parte del juego de azar de la inamovible existencia. ¿Qué hacer? A veces me pregunto si es porque inicie este blog el que tanta gente se haya desarraigado de mi, no lo se, pero creo por sobre todas las cosas, que ya no puedo seguir escondiéndome, ya no puedo mas, siento en cada centímetro de mi piel que las cosas no mejoran, hay personas importantes para mi que saben de mi problema, pero no esta en ellos que yo continúe. Es solo que hoy purgue toda mi impotencia al no poder cambiar mi realidad, y así esa idea incorruptible se fue en un remolino inverso, en el cual entre te amos, estoy bien y risas a veces creo que desaparecerá, tras bajar la tapa.

jueves, 2 de abril de 2015

Yo y una ella de negatividad bífida





Casi termina la semana y esa alguien ha tenido el atrevimiento de hacerme pesados los días, se que soy yo, pero interminablemente aparece, la atraen una palabra, expresión o coyuntura de mis pensamientos negativos, que podrían hacer de un simple comentario la peor de las tormentas, trato de mantenerla débil, cerrando mi lengua a toda proporción alimentaria. Quiero quebrarla por un tiempo para que no pueda causar mas daño a los demás y en consecuencia parar la mea culpa, que hierve en mi cabeza.

No se porque lo hace, tal pareciera que le excita tener esa actitud hacia las personas, quiere sentirse poderosa esparciendo odio, coraje y aprehensión en los demás, pero no soy yo, no soy ella, sin embargo ella respira, come, escucha a través de mi, ve cosas que yo no percibo negativas y las corrompe para que la pintura de la realidad mengue toda la poca felicidad que consumo, roba mi sonrisa, mis breves alegrías y hace que de golpe odie todo hasta el hastío.




Ella hablo ayer, dejo salir todo como si nada le importase, y luego estoy yo ahí, remendando lagrimas invisibles, para tratar de arreglar todo. Estaré atenta, ahora estoy tranquila, dejo que el café vierta en mis sentidos la palabra : alerta, por cualquier cosa.

Solo quiero ser yo, quiero tener mi tristeza de siempre, no una autoimpuesta por aquello a quien miro todos las noches en el espejo.